Aunque esta novela relata una historia ficticia, sus raíces están profundamente entrelazadas con una realidad conocida: los actos delictivos que erosionan la moral individual y colectiva de una sociedad. Ambientada en una Venezuela golpeada por la corrupción y la criminalidad política, esta obra ofrece una crítica firme pero reflexiva sobre los valores que han sido abandonados por quienes debían protegerlos.
El protagonista, un hombre de principios sólidos y ética inquebrantable, se ve empujado por fuerzas externas a cruzar la delgada línea entre lo correcto y lo incorrecto. Sus decisiones, provocadas por ambiciones ajenas y el juego del poder, colocan al lector frente a una interrogante inquietante: ¿qué haríamos nosotros si enfrentáramos las mismas circunstancias?
Más que una denuncia, esta novela es un espejo que expone cómo los intereses personales pueden distorsionar lo justo. Nos invita a cuestionar los límites de la moral cuando la supervivencia, la justicia y la dignidad están en juego. En su profundidad, plantea que la corrupción no conoce fronteras, y que todo individuo puede verse obligado a desafiar sus propios principios en escenarios extremos.
Una narrativa provocadora que entrelaza filosofía, ética y acción en un contexto realista, oscuro y emocionalmente complejo.